Yo que quería verte y quería saber que podías ver algún día
Pero nunca fuiste valiente y te ocultabas en tu cobardía
Y nunca te quitaste la venda que aún cubre tus ojos
La que te desconcentra y no te deja sentirme
Es que besarte era chocar mis labios con ladrillos
Y cuando hablabas no escuchaba más que chillidos
No te entendía, eran hilos de tu boca vieja
Era tu mente de cemento que no estaba abierta
Y por las noches cuando intentaba abrazarte
Te alejabas y sólo podía sentir tus pies fríos
Y de vez en cuando, cuando me atrevía
Te decía: ¿Qué pasa amor mío?
Nunca escuché respuestas de tu lengua sucia
Yo no supe y aún no sé qué querías de mí
Si yo te entregué mi casa, mis metas
Y hasta la punta de mis sueños te la di
Pero eras un volcán dormido, un cráter seco y vil
Cosa que no irradiaba sonidos, ni de frente ni de perfil
Yo no te extraño porque nunca te sentí mío
Tú si me lloras y me lloras, bienvenido al hastío
No hay comentarios:
Publicar un comentario