De repente apareció la golondrina
Nos visitaba de noche y de día
No le teníamos jaula
Y le dábamos mucha comida
Las semanas pasaban y fue nuestra amiga
Poco a poco, pluma a pluma crecía
Siempre vestida de gala
No tenía pena, pero sí alegría
Luego la pequeña se quedó dormida
No despertó, ¿qué sucedía?
En el suelo sus alas
Rotas, opacas, como de arcilla
Amor, cuando nos olvidamos
Ese día, murió la golondrina
Que bello poema Diosssss!!!
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