Tú que me leías en silencio
Que imaginabas que le ponía tu nombre a todos mis poemas
Tú que de repente me has dejado ciego
Por toda la luz que de tu cuerpo emanas
Tú, pedazo de cielo
Una pluma de mi almohada
Tú, por quien me desespero
Y yo que no sabía nada
No sabía que sabías sonreír
Que tienes sonrisa de niño
Tú, por quién yo volví a escribir canciones de amor
A quien por las mañanas despierto con un beso
Tú que me imploras con los labios
Que me quede por siempre durmiendo a tu vera
Tú, agua de mi lago
Sonrisa en la primavera
Tú, nublado entre mis brazos
Y a mí que aún me sorprende que me quieras
No sabía que sabías sobre mí
Desde ese día me has hecho tan feliz
Y yo que no sabía nada
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