jueves, 20 de enero de 2011

Francisco Nixon

Desperté con esa sensación
De no tener a nadie alrededor
Y de querer que alguien me cante

Desperté con ganas de no hacer el desayuno
Sino, más bien, de me lo preparen a mí
Y que me lo traiga a la cama

Pero estoy solo

Pero sólo estoy

Desperté con esa amargura
De que no me quiero mover de mis sábanas sucias

Y quiero ensuciarlas aún más con un alma impura


Con alguien así de barba y piernas peludas

Con alguien así, que me abrace

Y que pueda dormir en sus fauces


Necesito a alguien que me cante…


Ni Francisco Nixon
Ni nadie


Ni nadie me viene a cantar sobre Simbad
Y nadie me lleva a Nôtre Dame

Y nadie me lleva a leer al Museo Británico

Pues, supongo que el perro no es mío, el perro mío no es

Francisco Nixon

No hay comentarios:

Publicar un comentario