Las hojas viejas de los árboles
Que caen dulcemente en el asfalto
Se llevan la inocencia de los niños
Y sólo dejan asustados a los gatos
La nieve que pronto deja de caer
Llena de blanco, esta, mi ciudad
Y en el banco de la plaza de una sola esquina
Espero solemne la llegada de la oscuridad
De una noche sin estrellas ni fin
Y las luces de los coches se estrellan aquí
En mí, en mí...
Que me vuelvo frágil como gota de lluvia
Los cafés que se enfrían en las mesas
Conversaciones sin sentido
Personas y rostros sin nombres
Carentes de afecto y de sonido
Las montañas que bañadas están
De sol y de lluvia, de truenos y relámpagos
Los animales en el parque
Y la gente que no quiere dejarlos
Y me mezclo entre ellos al fin
Y las luces de los edificios se apagan aquí
En mí, en mí...
Que tiemblo muy suave y el frío no ayuda
No hay más soledad
En esta, mi ciudad
No hay más soledad
Todo está donde debe estar
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