Pasó enfrente de mí como una ráfaga de brisa de esas que huelen a abril, las que deseamos que duren para siempre. Ahí nos conocimos casi sin saber. El mundo está lleno de encuentros y casualidades mágicas que pocos saben reconocer. Y como soy uno más del montón no lo noté.
Miércoles. De nuevo el viento espeso sobre mi rostro, acariciándome la piel y los huesos. Eras tú de nuevo pero yo no lo noté.
Así es como los seres humanos desaprovechamos y olvidamos las oportunidades, dejamos de vivir intensamente y no disfrutamos de esos pequeños milagros.
El jueves tampoco te noté.
Intentaré no ser de esos que nada ven, 14 de abril día de mi cumpleaños, nacer y renacer cada día.
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