jueves, 25 de agosto de 2011

Guillermo y Abel

De barba ceñida a la cara. Manos largas, como de pianista
Abdomen y piernas anchas que corren bajo la lluvia

Ideas suavemente forjadas y aliento a Cielo. Abel es así


Gris lleva el cabello a cero. Labios rosas que muerden fuerte

Pecas en una espalda cual caudal y una piel que no sabe sentir

Rencores doblados, pensamiento robusto. Así es Guillermo


Dos bailarines sin nacionalidad

Dos espejos sin nadie a quién reflejar


Púrpura los ojos de quienes saben ver que nada va bien

Guillermo que miente y las mentiras que se traga Abel

Sin tregua, un tira y afloja sin razón, como espinas en un colchón

Frenéticas embestidas y besos en otro cuerpo que no conoce el amor


- Maldito vagabundo, ¡que me has roto!

¡Maldigo tu ego y tu cara limpia!

- Querido Abel, échame toda la culpa,

pero en mí no malgastes más saliva


Dos bailarines sin nacionalidad

Dos manchas de café en el mismo delantal


Y la noche serena se lleva las lágrimas de los ojos de Abel

Ya poemas sobre la mierda de las traiciones no quiere leer

No sale de casa, no sabe cocinar para uno y maldice

Aquel día en que Guillermo decidió besar los pies de otro príncipe

1 comentario:

  1. Este me gustó. Eso es todo, no tengo más nada que decir.

    Albertike.

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