De barba ceñida a la cara. Manos largas, como de pianista
Abdomen y piernas anchas que corren bajo la lluvia
Ideas suavemente forjadas y aliento a Cielo. Abel es así
Gris lleva el cabello a cero. Labios rosas que muerden fuerte
Pecas en una espalda cual caudal y una piel que no sabe sentir
Rencores doblados, pensamiento robusto. Así es Guillermo
Dos bailarines sin nacionalidad
Dos espejos sin nadie a quién reflejar
Púrpura los ojos de quienes saben ver que nada va bien
Guillermo que miente y las mentiras que se traga Abel
Sin tregua, un tira y afloja sin razón, como espinas en un colchón
Frenéticas embestidas y besos en otro cuerpo que no conoce el amor
- Maldito vagabundo, ¡que me has roto!
¡Maldigo tu ego y tu cara limpia!
- Querido Abel, échame toda la culpa,
pero en mí no malgastes más saliva
Dos bailarines sin nacionalidad
Dos manchas de café en el mismo delantal
Y la noche serena se lleva las lágrimas de los ojos de Abel
Ya poemas sobre la mierda de las traiciones no quiere leer
No sale de casa, no sabe cocinar para uno y maldice
Aquel día en que Guillermo decidió besar los pies de otro príncipe
Este me gustó. Eso es todo, no tengo más nada que decir.
ResponderEliminarAlbertike.