
Y él se pregunta de qué estás hecha
Y te observa por la ventana
De tu brillo él siempre está alerta
Al observarte no le importa nada
Sube sus manos al Cielo y encuentra
Que estás, como siempre, encendida
Hace silencio y cierra la puerta
Porque tiene que verte a escondidas
Cuando es de día se inquieta
Y espera gracioso tu llegada
Corre a su casa y te reta
A que bajes a la tierra dorada
Pequeño de tamaño y grande en ilusión
Con manos vacías y el cerebro en un rincón
Un amor egoísta que nadie debe entender
No eres rosa, no eres hombre y tampoco mujer
Y si un día te decides a volar lejos
Recuerda que le estás rompiendo el corazón
E intenta al menos responderle
La pequeña carta de amor que te envió
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Toñito, esto no es para una dama y tampoco para el sol...
Ojalá que el pequeño Charlie aún viva en tu interior
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